III JUEGOS DEPORTIVOS MIC BARINAS 2010




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¿QUE ES LA DIABETES MELLITUS?

La diabetes mellitus es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo (metabolismo es un conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo), caracterizada por un aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y por la aparición de complicaciones microvasculares (enfermedad de los vasos sanguíneos finos del cuerpo, incluyendo vasos capilares) y cardiovasculares (relativo al corazón y los vasos sanguíneos) que incrementan sustancialmente los daños en otros órganos (riñones, ojos, corazón, nervios periféricos) y la mortalidad asociada con la enfermedad y reduce la calidad de vida de las personas afectadas.

La diabetes afecta a entre el 5 y el 10% de la población general, esta variación depende de los estudios consultados. Debe tenerse en cuenta que se estima que por cada paciente diabético conocido existe otro no diagnosticado. Su frecuencia aumenta significativamente con la edad y también con el exceso de peso y la vida sedentaria, por estos motivos se espera un importante aumento del número de diabéticos en los próximos decenios.

En la última Encuesta Nacional de salud del año 2001 (España) , un 5,6% de la población, había sido diagnosticado de diabetes, la cifra alcanzaba el 16% en los mayores de 65 años, en la encuesta del año 1993 se declaraba afecto de diabetes sólo el 4,1%.

¿Cuáles son los síntomas de la Diabetes?

Los síntomas que produce la enfermedad son diferentes dependiendo del tipo de diabetes-

En la forma más común que es la tipo 2 los síntomas pueden ser escasos o poco llamativos:

  • Sed
  • Aumento de la cantidad de orina
  • Aumento del apetito
  • Picores
  • Infecciones
  • Enfermedades cardiovasculares asociadas

¿Cómo se diagnostica la diabetes?

La Diabetes se diagnostica midiendo la cantidad de glucosa en la sangre (Glucemia). La forma ideal es medirla en la sangre venosa y con la persona en ayunas. A esta cifra la denominamos Glucemia Basal.

Hay otras formas y circunstancias de medir la cantidad de glucosa en la sangre; la glucosa medida en sangre capilar (pinchando un dedo) o en las personas que no están en ayunas, estas cifras pueden ayudar o incluso orientar al diagnóstico, pero la que se debe emplear como fiable para el diagnóstico, es la glucosa en sangre venosa y con el sujeto en ayunas (GLUCEMIA BASAL EN PLASMA VENOSO).

Existe una prueba llamada Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa (PTOG) que consiste en administrar una cantidad determinada de glucosa a la persona en ayunas y comprobar como se comporta la glucosa en la sangre a lo largo de un cierto tiempo. Eso nos permite saber si esa persona tiene alterados los mecanismos de metabolización de la glucosa. Esta prueba hoy en día se usa casi en exclusiva en las mujeres embarazadas.

¿Cuáles son las cifras de glucosa en sangre normales y a partir de cuándo hablamos de Diabetes?

La cifra de glucosa en sangre se considera normal cuando es menor de 110 mg/dl.

Hablamos de Diabetes Mellitus si…

  1. La glucemia en ayunas en plasma venoso es mayor o igual 126 mg/dl (7 mmol/l) al menos en dos ocasiones.
  2. Hay síntomas de diabetes (ver arriba) y una glucemia al azar en plasma venoso mayor o igual 200 mg/dl (11,1 mmol/l). Aunque no se esté en ayunas. No es necesaria una segunda determinación.
  3. La glucemia en plasma venoso a las 2 horas de la Prueba de Sobrecarga oral con 75 g de glucosa es mayor o igual a 200 mg/dl (11,1 mmol/l).

¿Qué tipos de diabetes existen?

  • Diabetes Tipo 1: resultado de la destrucción de las células del páncreas que producen la insulina (células beta) y que predispone a una descompensación grave del metabolismo llamada cetoacidosis. Es más típica en personas jóvenes (por debajo de los 30 años).
  • Diabetes Tipo 2: Caracterizada por resistencia a la insulina que puede estar asociada o no con una deficiencia de insulina y que puede estar presente con muy pocos síntomas durante mucho tiempo. Esta forma es más común en personas mayores de 40 años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en sujetos más jóvenes.
  • Diabetes Gestacional: diabetes cuyo inicio se reconoce durante el embarazo. Las mujeres que la padecen deben ser estudiadas después del parto ya que la diabetes puede o no persistir después.
  • Otras formas de diabetes: condiciones variadas que consisten básicamente en formas específicas, genéticas de diabetes, o diabetes asociada con otras enfermedades o el uso de fármacos. Entre las más comunes están las enfermedades del páncreas y el uso de corticoides en algunos tratamientos.
  • Metabolismo Alterado de la Glucosa Existen algunas situaciones clínicas intermedias entre la normalidad y la diabetes confirmada, se conocen como situaciones de Metabolismo Alterado de la Glucosa, actualmente se ha vuelto a rescatar para denominarlas el término prediabetes que estuvo abandonado durante algunos años. Esta alteración se caracteriza por:

      • Alteración metabólica intermedia entre la normalidad y la diabetes.
      • Son un factor de riesgo para desarrollar diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares.

Existen dos formas clínicas:

  • Glucemia basal alterada: (GBA): Glucemia plasmática en ayunas mayor de 110 mg/dl y menor de 126 mg/dl.
  • Tolerancia alterada a la glucosa: (TAG): Glucemia plamática a las 2 horas de la PTOG con 75 gr de glucosa mayor de 140 mg/dl y menor de 200 mg/dl.

¿Quiénes deben someterse a pruebas para detectar una posible diabetes?

Se ha demostrado que sólo las personas de cierto riesgo deben ser investigadas para detectar una posible diabetes silente; estos son:

  • Mayores de 45 años (cada 3 años)
  • A cualquier edad y cada año si:

      • Tienen antecedentes de Diabetes Gestacional, Intolerancia a glucosa o Glucosa Basal Alterada.
      • Mujeres con antecedentes de hijos nacidos con más de 4,5 kg.
      • Personas con exceso de peso (Indice de Masa Corporal mayor o igual a 27 kg/m2 o mayor o igual a 120% del peso ideal).
      • Personas con Hipertensión Arterial.
      • Colesterol HDL menor o igual a 35 mg/dl y/o triglicéridos mayores de 250 mg/dl).
      • Historia familiar de diabetes en primer grado.

Método Recomendado: Glucemia en ayunas (GB) en plasma venoso.

¿Puede prevenirse la diabetes?

  • En sujetos con elevado riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2 la implantación de programas de pérdida de peso y planes de ejercicio físico pueden contribuir a la disminución del riesgo.
  • Las personas con obesidad o sobrepeso y sedentarias tienen un riesgo muy elevado de desarrollar un diabetes tipo 2. Existen diferentes estudios clínicos que demuestran que una reducción moderada de peso y un programa de ejercicio físico de tan sólo media hora diaria durante al menos cinco días a la semana, experimentan una drástica reducción del riesgo de desarrollar una diabetes.
  • Por su parte la prevención de la diabetes tipo 1 entra dentro del campo experimental limitándose actualmente al campo de la investigación.

¿Por qué es tan importante prevenir la diabetes y detectarla lo antes posible?

La DM es una enfermedad que causa un aumento muy importante del riesgo de padecer y morir de una enfermedad cardiovascular.

Esta es una asociación tan fuerte desde el punto de vista clínico que hoy muchos autores y comités de expertos, recomiendan tratar al paciente con diabetes como si ya fuese seguro que sus arterias están dañadas en lo referente a otros factores de riesgo cardiovascular como cifras de Colesterol, tensión arterial, uso de fármacos antiagregantes plaquetarios etc.

Pero además la diabetes y sobre todo la diabetes mal controlada produce daños en múltiples órganos y sistemas además de en los grandes y pequeños vasos sanguíneos del organismo; así puede causar.

  • Por alteración de los grandes vasos: Infarto de miocardio, falta de riego en las extremidades, accidentes cerebrovasculares, enfermedad por arteriosclerosis precoz. Etc.
  • Daños en la retina de los ojos Retinopatía diabética.
  • Daños en los riñones con nefropatía diabética.
  • Daños en el sistema nervioso con neuropatía diabética.
  • Diversos daños en la piel con dermopatía diabética.

¿Se pueden prevenir estas complicaciones?

Existen estudios que demuestran que el control óptimo de la diabetes permite prevenir o retrasar la aparición de prácticamente todas las complicaciones.

En la diabetes tipo 1 el estudio conocido como DCCT (Diabetes Control Complications trial).

En la diabetes tipo 2 el estudio conocido como UKPDS (United Kingdom Prevention Diabetes Study).

En ambos se ha demostrado que un buen control metabólico, es crucial para prevenir la presencia de complicaciones tanto a medio como a largo plazo.

¿Cómo se trata la Diabetes?

El tratamiento de la diabetes se sustenta en seis pilares básicos:

  1. Plan de alimentación: Un plan de alimentación va más allá de lo que entendemos por una dieta. Debe ser un proyecto individualizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias y debe contemplar objetivos relacionados con la consecución de un peso óptimo, situación laboral, disponibilidades etc.

  2. Plan de ejercicio físico: Presenta las mismas características de individualización que la alimentación en cuanto a preferencias, objetivos etc. Lo ideal es alcanzar al menos 30 minutos diarios de ejercicio físico activo y preferentemente aeróbico (Caminar deprisa, bicicleta, remo…).

  3. Medicación: existen múltiples y variadas disposiciones farmacológicas para el tratamiento de la Diabetes. Lo importante es que Vd. observe escrupulosamente las normas que su médico le indique tanto en cuanto a dosis como en cuanto a horarios, relación de la medicación con la comida, precauciones con el alcohol, la conducción etc. Consulte con un profesional sanitario. La mayor parte de los tratamientos farmacológicos de la Diabetes pueden causar hipoglucemias (Bajadas peligrosas de la cifra de glucosa en la sangre) y Vd. debe saber como evitarlas y como tratarlas si se presentan.

  4. Hábitos generales de higiene

    • NO FUMAR. Quizás el principal consejo que todo paciente con diabetes debe recibir es que NO FUME. El tabaco es un importante factor de riesgo cardiovascular en todos los ciudadanos pero el aumento de riesgo que origina en los diabéticos es mucho mayor.
    • El desarrollar hábitos que permitan una vida regular y ordenada, con horarios de comidas y de sueño regulares, horarios para el ejercicio físico pautado etc. Son sumamente aconsejables.
    • Los cuidados e higiene de los pies del diabético y de la piel en general también deben ser considerados.

  5. Plan de autocontrol: todo paciente diabético debe ser instruido en las técnicas básicas del autocontrol de su enfermedad y en el aprendizaje de las acciones básicas que debe emprender ante las incidencias más comunes; cambios de horario, descompensaciones, hipoglucemias, enfermedades intercurrentes etc. Con el fin de alcanzar el mayor grado de autonomía que pueda.

  6. Controles periódicos:

    • Una parte fundamental del tratamiento de la diabetes es la relacionada con los controles periódicos, no sólo en relación con la realización de pruebas analíticas que permitan afirmar o modificar el resto del tratamiento sino las relacionadas con la detección precoz de complicaciones de la enfermedad. Esto incluye detección precoz de la Retinopatía Diabética mediante el examen periódico del fondo de ojo por un profesional competente, detección de microalbuminuria para cribado de daño renal, control periódico de la Tensión Arterial, evaluación del riesgo cardiovascular global con las pruebas que sean necesarias etc.
    • Los controles periódicos deben servir al paciente diabético y al profesional que le atiende para evaluar los objetivos fijados y reajustarlos.

El equipo de profesionales que trata a un paciente con Diabetes, deberá establecer de acuerdo con el propio paciente, las pautas y objetivos a alcanzar en cada una de estas áreas, ajustándose todo lo posible a las preferencias del propio paciente y haciéndole partícipe de los objetivos y resultados obtenidos, buscando la forma más factible de remover obstáculos y promover actitudes que permitan alcanzar un buen control.

La educación del paciente con diabetes, proceso donde se integra toda la formación e información contenida en todos los puntos antes reseñados, se ha revelado como una de las acciones más efectivas para conseguir los objetivos de un buen control de la enfermedad.

¿Qué otros estudios complementan el estudio y evaluación del enfermo con Diabetes?

Existen múltiples estudios y pruebas que los profesionales sanitarios que son responsables del cuidado del enfermo de diabetes realizan para mejorar el conocimiento y controlar el estado evolutivo de la enfermedad.

En este apartado explicaremos algunas de las más comunes para conocer para qué sirven y cual es su interpretación.

  • Hemoglobina glicosilada o Glicohemoglobina: Esta prueba de laboratorio, se realiza en la sangre y determina que proporción de la sustancia hemoglobina se encuentra unida a la glucosa. Sirve para tener un conocimiento de cómo ha estado la cifra de glucosa en la sangre en los últimos dos o tres meses. Es un parámetro muy usado para conocer si el control metabólico es adecuado.
  • Microalbuminuria: Consiste en determinar en la orina del paciente si se eliminan pequeñas cantidades de albúmina. Esta eliminación se ha comprobado que es un buen parámetro para medir mínimas lesiones en los riñones (nefropatía diabética) y para predecir algunas complicaciones vasculares.
  • Estudio de otros elementos que pueden ayudar a valorar el riesgo cardiovascular global del diabético: Colesterol total, Hdl-Colesterol, Ldl-Colesterol, Triglicéridos. Determinación de la Tensión arterial, Electrocardiograma.
  • Estudio del fondo de ojo con dilatación de la pupila; se realiza para identificar signos precoces de enfermedad en la retina producida por la diabetes (Retinopatía diabética).
  • Exploración de los pulsos en las arterias de los pies y examen de los mismos incluyendo exploración de la sensibilidad; se realiza para descartar la existencia del llamado pie diabético.

¿COMO HABLAR CON SUS HIJAS SOBRE LA MENSTRUACION?

La llegada de la menstruación es un momento trascendental en la vida de una niña. Algunas niñas reciben esas primeras gotitas de sangre con alegría o alivio, mientras que otras experimentan cierto desconcierto e incluso miedo. Independientemente de la reacción, la llegada del primer período menstrual tiene el mismo significado para cualquier niña: es una prueba de que se está convirtiendo en mujer.

Como promedio, la mayoría de las niñas tienen su primer período entre los doce y los trece años de edad (aunque algunas lo hacen antes o más tarde). Pero, si usted espera a que a su hija tenga su primer período para hablar con ella sobre la menstruación, será demasiado tarde.

Entonces, ¿cómo hablar con su hija sobre la menstruación, proporcionándole no solo información, sino también consejos y apoyo antes de que llegue el gran día? O ¿qué decirle a su hijo? (Los niños también se hacen preguntas sobre este tema). Antes de hablar con sus hijos sobre la menstruación, es importante que usted tenga muy claro en qué consiste exactamente el proceso.

Sobre la menstruación

A principios del siglo XX, la menarquia (el término médico que se utiliza para referirse al primer período menstrual) tenía lugar entre los catorce y los quince años. Por diversas razones, incluyendo una mejor nutrición, actualmente las niñas empiezan a menstruar entre los diez y los dieciséis años. Pero la menstruación no consiste solo en tener el período. Es un indicador de que una chica puede quedarse embarazada.

Durante el ciclo menstrual, se liberan hormonas desde distintas partes del cuerpo para ayudar a preparar al organismo para el embarazo. Esa preparación se inicia cuando los ovarios (dos órganos de forma ovalada que se encuentran a ambos lados de útero o vagina) producen dos tipos de hormonas: el estrógeno y la progesterona. Estas hormonas desencadenan ciertos cambios en el endometrio (la capa de tejido que recubre el interior del útero). Luego otras hormonas segregadas por la hipófisis estimulan la maduración del ovocito (la célula reproductora femenina) y su liberación desde el ovario.

La liberación del ovocito se denomina ovulación, y tiene lugar a medio ciclo –generalmente el día 14 de un ciclo menstrual típico de 28 días. Una vez liberado, el ovocito se desplaza desde el ovario hasta el útero a través de las trompas de Falopio (dos tubitos que conectan el útero con los ovarios).

Si el ovocito es fecundado por un espermatozoide, tardará de dos a cuatro días en descender por las trompas de Falopio y anidará en la gruesa capa del endometrio, muy irrigada de sangre, que recubre el interior del útero. Si no es fecundado, el ovocito empezará a degenerar, descenderán los niveles de estrógeno y progesterona, y el endometrio se desprenderá y se expulsará al exterior en forma de sangrado; este sangrado es lo que se conoce como menstruación o período.

Un ciclo menstrual dura desde el primer día de un período menstrual hasta el primer día del próximo período. El ciclo menstrual típico de una mujer adulta es de 28 días, aunque hay algunos que duran solo 22 y otros de hasta 45. La fase de sangrado del ciclo menstrual suele durar unos cinco días, aunque esto también puede variar. Durante un período una mujer elimina de dos a cuatro cucharadas (de 30 a 59 ml) de fluido menstrual.

Durante los primeros años de menstruación los ciclos menstruales a menudo son irregulares. Pueden ser más cortos (tres semanas) o más largos (seis semanas) de lo habitual, o una joven puede tener solo tres o cuatro períodos al año. La ausencia de menstruación se denomina amenorrea. Una joven debería ir al médico si todavía no ha menstruado con 15 años o tres años después de la aparición de los primeros signos de la pubertad.

Entonces, ¿cómo puede saber usted cuándo podría empezar a menstruar su hija? Probablemente usted será testigo de algunos cambios en el cuerpo de su hija que indican que se está acercando la menarquia. El desarrollo de los senos suele ser el primer signo de que una niña ha entrado en la pubertad y suele ir seguido del crecimiento del vello pubiano.

Aproximadamente un año después del inicio del desarrollo mamario, la mayoría de las niñas entran en una fase de rápido crecimiento: aumentan de estatura, su cuerpo se vuelve más curvilíneo y les crecen los pies. Luego, aproximadamente un año después del comienzo del estirón y aproximadamente dos años y medio después del inicio del desarrollo mamario, llega la menarquia.

El momento oportuno lo es todo

Probablemente es mejor que evite dar a sus hijos "la charla" sobre la menstruación. En lugar de ello, intente explicárselo en muchas conversaciones breves –enseñar cómo funciona el cuerpo humano debería ser un proceso continuo. Si no, al conceder demasiada importancia a una sola conversación, la información podría resultarles excesiva y agobiante. Cuando los niños se acercan a la pubertad, ya deberían saber qué les va a ocurrir a sus cuerpos.

Con solo dos años, los niños ya empiezan a hacer preguntas sobre su cuerpo, y sus padres deberían decirles la verdad, aunque el grado de especificidad de las respuestas debería depender del grado de madurez y de la capacidad de comprensión del niño.

A lo largo de toda la etapa infantil, los niños hacen muchas preguntas y cada una de ellas es una oportunidad que los padres deberían aprovechar para incrementar sus conocimientos. Así, no solo proporcionarán a sus hijos la información que necesitan cuando ellos la pidan, sino que también les demostrarán que están dispuestos a mantener ese tipo de conversaciones y que se sienten cómodos manteniéndolas.

Pero tampoco es necesario que espere a que sus hijos le formulen preguntas para hablar con ellos sobre la pubertad y la menstruación. Idealmente, cuando un niño está a punto de entrar en la pubertad, ya debería tener pleno conocimiento de los cambios que se producirán en su cuerpo. ¿Por qué? Los niños prefieren aprender la mayoría de las cosas de boca de sus padres. Y usted puede tener por seguro que sus hijos comentarán esos cambios con sus amigos y/o oirán comentarlos en el colegio.

Proporcionando a sus hijos una información correcta, los padres pueden tener la seguridad de que están bien informados, lo que les permitirá reconocer cualquier información errónea o tergiversada. Los niños a menudo dan a ciertos aspectos de la pubertad –sobre todo a la menstruación- una connotación negativa, como si fuera algo malo o de lo que hay que tener miedo; y, si esa es la única información que reciben, será lo único que creerán.

También es importante que los padres den a la menstruación una connotación positiva. Si una madre se refiere a la menstruación como "una lata", su hija podría hacerse una idea negativa de la experiencia. En lugar de ello, las madres pueden explicar a sus hijas que la menstruación es algo natural y una parte maravillosa de ser mujer. Después de todo, si no tuvieran la menstruación, las mujeres no podrían ser madres.

Explicar que todo el mundo es diferente también es fundamental. Por ejemplo, a su hija podría preocuparle que su cuerpo esté cambiando más deprisa o más despacio que el de sus amigas.

Aparte de entender en qué consiste la menstruación, las chicas necesitan familiarizarse con los artículos de higiene íntima femenina (compresas y tampones) y saber que a veces los períodos menstruales pueden resultar dolorosos, provocando espasmos o retortijones motivados por las contracciones de los músculos uterinos.

Otro motivo de que los niños tengan que estar informados sobre la menstruación desde bastante pronto es que las niñas que mantienen relaciones sexuales se pueden quedar embarazadas antes de empezar a menstruar. A veces, la ovulación (la liberación de un ovocito desde el ovario) puede ocurrir justo antes de que una niña tenga su primer período. Esto significa que podría ser fértil y quedarse embarazada incluso antes de menstruar por primera vez.

Preguntas habituales

Tanto los niños como las niñas suelen tener muchas preguntas sobre la menstruación, como por ejemplo:

  • ¿Por qué solo las mujeres tienen el período? Explíqueles que los niños cambian de otras formas durante la pubertad; por ejemplo, se les vuelve más grave la voz y les crece la barba. Empezar a menstruar significa poder tener hijos. La menstruación ocurre cuando tienen lugar determinados cambios en el útero, una parte del cuerpo que tienen las niñas pero no los niños.
  • ¿Tienen las mujeres el período durante toda la vida? No, las mujeres suelen dejar de menstruar entre los 45 y los 50 años de edad, lo que significa que ya no podrán quedarse embarazadas (por lo menos, ¡sin la ayuda de algunas técnicas de reproducción asistida bastante extravagantes!)
  • ¿Cuánto dura el período y cuánta sangre se pierde? Varía en función de cada chica; a algunas el período les dura solo tres días y a otras hasta una semana entera. La pérdida de sangre puede ser escasa, moderada o abundante, perdiéndose en total de dos a cuatro cucharadas de sangre (entre 30 y 59 ml). Esto también puede variar entre distintos períodos en una misma chica.
  • ¿Qué es mejor usar compresas o tampones? A la hora de elegir entre estas dos opciones, lo más importante es lo cómoda que se sienta la joven con la elección, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. Un tampón puede resultar incómodo durante los primeros años de menstruación, cuando la pelvis y la vagina todavía están creciendo. Normalmente las chicas se sienten más cómodas utilizando primero compresas, pero muchas de ellas empiezan a preferir los tampones cuando se hacen un poco mayores (aunque no hace falta esperar a ninguna edad para usar tampones). Es posible que sus amigas hayan empezado a utilizarlos, y la mayor libertad que ofrecen puede parecerles atractiva. Todas las cajas de tampones incluyen instrucciones de uso, así que asegúrese de leerlas con su hija.

    Aunque las primeras veces que una chica intenta ponerse un tampón pueden ser frustrantes, explíquele a su hija que, con un poco de práctica, pronto le cogerá el tranquillo al proceso. Debido a que los músculos de la vagina pueden tensarse cuando una chica está nerviosa, la inserción de un tampón puede resultar difícil al principio. Es importante estar lo más relajada posible. Es una buena idea empezar con tampones finos o "mini" provistos de aplicador que resultan más fáciles de colocar. También puede ayudar intentar ponerse un tampón por primara vez el día de flujo más intenso para que resulte más fácil de colocar.
  • ¿Tienen las chicas que dejar de hacer deporte o natación mientras tienen el período? Las chicas deben tener claro que, cuando tienen el período, pueden hacer todo lo que hacen habitualmente, siempre y cuando se sientan cómodas. Por ejemplo, las chicas que practican habitualmente la natación tal vez prefieran ponerse tampones para poder practicar este deporte durante la menstruación.
  • ¿Qué es el síndrome del shock tóxico (SST)? El SST es una infección bacteriana muy poco frecuente pero grave que se puede asociar al uso de tampones. Afortunadamente, el SST asociado a la menstruación casi siempre se puede evitar cambiándose regularmente de tampón y usando los tamaños menores o los modelos de menor absorción (por ejemplo, tampones "mini" o tampones finos de flujo regular en vez de "super plus"). Una buena medida de precaución es cambiarse el tampón cada cuatro horas o más a menudo si la pérdida de sangre es abundante.
  • ¿Las chicas siempre tienen dolores menstruales durante el período? Los dolores menstruales son algo que preocupa a algunas jóvenes. Aunque la mayoría de mujeres tienen algún episodio de dolor menstrual, generalmente en forma de espasmos o retortijones abdominales, muchas de ellas no los presentan durante el primer año o los dos primeros años de menstruación. Es importante decirles a las chicas que los dolores menstruales no suelen durar más de un par de días. A veces, una bolsa de agua caliente o un baño caliente puede ayudar a aliviar las molestias. A algunas chicas también les ayuda la respiración profunda y hacer ejercicio. Si su hija tiene muchas molestias, tal vez le vaya bien tomar algún analgésico de venta sin receta médica como el ibuprofeno (por ejemplo, Advil o Motrin).
    Tener dolores menstruales durante uno o dos días en cada período menstrual es bastante frecuente, pero los síntomas de dismenorrea –una menstruación muy dolorosa que impide llevar una vida normal, interfiriendo con la asistencia a clase, los estudios o el sueño- o de cualquier otro problema menstrual deben ser comentados con el médico.
  • ¿Qué es el síndrome premenstrual? El síndrome premenstrual incluye cambios físicos y psicológicos (cambios en el estado de ánimo, tensión, irritabilidad, hinchazón y molestias en los senos) que experimentan algunas mujeres justo antes de tener el período. Pero normalmente los síntomas del síndrome premenstrual no aparecen hasta varios años después de empezar a menstruar, en el caso de que lleguen a aparecer. Para aquellas chicas que sufren de síndrome premenstrual, el reposo, hacer ejercicio y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar.
  • ¿Tienen las chicas que practicarse duchas vaginales o ponerse desodorante en sus partes íntimas cuando tienen el período? No. De hecho, las duchas o lavados vaginales pueden incrementar las probabilidades de contraer infecciones vaginales, al alterar el equilibrio normal en la flora bacteriana que puebla la vagina.

Consejos para hablar con sus hijos sobre la menstruación

Del mismo modo que a algunos padres les da cierto apuro hablar con sus hijos sobre la menstruación, a los niños y adolescentes puede resultarles difícil explicarles a sus padres las dudas y preocupaciones que tienen sobre este tema. Si usted teme sentirse violento hablando sobre la menstruación con sus hijos, he aquí algunas pautas a seguir para que la charla resulte más fácil y fluida:

  • Busque buenos libros, vídeos o DVD didácticos sobre el tema, que pueden favorecer una conversación instructiva y distendida.
  • Pida consejo a su médico de familia sobre forma de hablar con sus hijos sobre la menstruación y la pubertad.
  • Documéntese sobre la menstruación y tenga a mano información gráfica o escrita para que puedan consultarla sus hijos.
  • Si hay alguna pregunta que le formulan sus hijos para la que usted no tiene respuesta, dígales que se informará al respecto y hágalo.
  • Coordine las charlas que mantenga con sus hijos con las clases sobre salud y educación sexual que reciben en su centro de estudios. Pregunte a sus profesores sobre el programa de estudios y pídales consejo.
  • Para romper el hielo, pruebe a hacer preguntas a sus hijos que podrían propiciar una conversación sobre el tema. Por ejemplo, ofrézcase a resolverles las dudas que puedan tener cuando pasen por el pasillo de los productos de higiene femenina en un supermercado o cuando vean un anuncio por televisión sobre un analgésico para aliviar el síndrome premenstrual.
  • Si oye a su hija mencionar algo relacionado con tener el período, propicie una conversación preguntándole dónde ha obtenido esa información. A menudo, las preguntas son una buena forma de identificar cualquier malentendido o idea errónea que pueda tener un niño.
  • Antes de llevar a su hija preadolescente a una revisión médica, coméntele que es posible que el médico le pregunte si ya tiene el período. Puede aprovechar ese momento para preguntarle si tiene alguna duda o hay algo que le preocupa sobre el hecho de que le venga la menstruación.